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5 junio 2026

MODO DE VIVIR: Formación del carácter

Formación del carácter

No digas: "Es mi genio así..., son cosas de mi carácter". Son cosas de tu falta de carácter", sé varón -"esto vir". (Camino 4).

El Señor necesita almas recias y audaces, que no pacten con la mediocridad y penetren con paso seguro en todos los ambientes. (Surco 416).

La caridad todo lo alcanza. Sin caridad, nada puede hacerse.
¡Amor!, pues: es el secreto de tu vida... ¡Ama! Sufre con alegría. Enrecia tu alma. Viriliza tu voluntad. Asegura tu entrega al querer de Dios y, con esto, vendrá la eficacia. (Forja 100).

José ha sido, en lo humano, maestro de Jesús; le ha tratado diariamente, con cariño delicado, y ha cuidado de El con abnegación alegre. ¿No será ésta una buena razón para que consideremos a este varón justo, a este Santo Patriarca en quien culmina la fe de la Antigua Alianza, como Maestro de vida interior? La vida interior no es otra cosa que el trato asiduo e íntimo con Cristo, para identificarnos con El. Y José sabrá decirnos muchas cosas sobre Jesús. Por eso, no dejéis nunca su devoción, ite ad Ioseph, como ha dicho la tradición cristiana con una frase tomada del Antiguo Testamento.
Maestro de vida interior, trabajador empeñado en su tarea, servidor fiel de Dios en relación continua con Jesús: éste es José. Ite ad Ioseph. Con San José, el cristiano aprende lo que es ser de Dios y estar plenamente entre los hombres, santificando el mundo. Tratad a José y encontraréis a Jesús. Tratad a José y encontraréis a María, que llenó siempre de paz el amable taller de Nazaret. (Es Cristo que pasa 56).

Os pongo un ejemplo. En esta habitación, que se halla en penumbra, sería difícil encontrar un alfiler. Para hallar ese objeto, tendría que abrir la ventana y encender la luz. Que busque cada uno en su alma, y encontrará; y será el momento de cambiar este carácter, que tan fácilmente prescinde de Dios y confía en sí mismo. Con esta desconfianza en nosotros mismos, y con esperanza en la misericordiosa ayuda de Dios, ese mal carácter no nos sorprenderá tan fácilmente.
(Crecer para adentro. Atolondramiento).