Página inicio

-

Agenda

4 mayo 2026

MODO DE VIVIR: Virgen María

Virgen María

Si te acostumbras, siguiera una vez por semana, a buscar la unión con María para ir a Jesús, verás cómo tienes más presencia de Dios (Camino 276).

La Virgen Santa María, Maestra de entrega sin límites. -¿Te acuerdas?: con alabanza dirigida a Ella, afirma Jesucristo: "¡el que cumple la Voluntad de mi Padre, ése -ésa- es mi madre!..."
Pídele a esta Madre buena que en tu alma cobre fuerza -fuerza de amor y de liberación- su respuesta de generosidad ejemplar: «ecce ancilla Domini!» -he aquí la esclava del Señor (Surco 33).

Llénate de seguridad: nosotros tenemos por Madre a la Madre de Dios, la Santísima Virgen María, Reina del Cielo y del Mundo (Forja 273).

Vamos a pedir ahora al Señor, para terminar este rato de conversación con El, que nos conceda repetir con San Pablo que triunfamos por virtud de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni virtudes, ni lo presente, ni lo venidero, ni la fuerza, ni lo que hay de más alto, ni de más profundo, ni cualquier otra criatura podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está en Jesucristo Nuestro Señor (Rom VIII, 37-39).
De este amor la Escritura canta también con palabras encendidas: las aguas copiosas no pudieron extinguir la caridad, ni los ríos arrastrarla (Cant VIII, 7). Este amor colmó siempre el Corazón de Santa María, hasta enriquecerla con entrañas de Madre para la humanidad entera. En la Virgen, el amor a Dios se confunde también con la solicitud por todos sus hijos. Debió de sufrir mucho su Corazón dulcísimo, atento hasta los menores detalles -no tienen vino (Ioh II, 3), al presenciar aquella crueldad colectiva, aquel ensañamiento que fue, de parte de los verdugos, la Pasión y Muerte de Jesús. Pero María no habla. Como su Hijo, ama, calla y perdona. Esa es la fuerza del amor. (Amigos de Dios 237).

El nombre de José significa, en hebreo, Dios añadirá. Dios añade, a la vida santa de los que cumplen su voluntad, dimensiones insospechadas: lo importante, lo que da su valor a todo, lo divino. Dios, a la vida humilde y santa de José, añadió —si se me permite hablar así— la vida de la Virgen María y la de Jesús, Señor Nuestro. Dios no se deja nunca ganar en generosidad. José podía hacer suyas las palabras que pronunció Santa María, su esposa: Quia fecit mihi magna qui potens est, ha hecho en mi cosas grandes Aquel que es todopoderoso, quia respexit humilitatem, porque se fijó en mi pequeñez. (Es Cristo que pasa 40).