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Sheila Morataya-Fleishman
¿Has pensado alguna vez que estás en la tierra como parte de un plan divino? ¿Alguna vez has reflexionado sobre todos los años de preparación que tuvo que tener Jesucristo para después completar su misión entre los hombres y mujeres del mundo? Pues tú debes hacer lo mismo. Para poder servir al mundo con eficacia y con verdadera excelencia (Perfección de Cristo) es necesario que te prepares, y lo debes hacer estudiando conscientemente y ofrecer todo tu esfuerzo para darle gloria a Dios. Para un apóstol moderna una hora de estudio es una hora de oración, solía decir el fundador del Opus Dei, ahora a punto de ser canonizado.
Busca tus mejores talentos
Como se trata de servir a la humanidad, te recomiendo que desde hoy comiences a observar aquello que haces bien. ¿Tienes habilidad para el dibujo?, ¿se te facilita la biología?, ¿tu aptitud para aprender idiomas es admirada por otros?, ¿sientes compasión en el corazón cuando miras a los enfermos? Todo esto amiga, si le pones atención, te irá indicando la vocación profesional a la que has sido llamada. Incluso desde que tienes 13 años puedes saberlo. No, me equivoco, desde que tienes cinco años ya puedes dar muestras que tal vez algún día serás pintora, bióloga marina, traductora o religiosa. ¡Que maravilloso es descubrir tu vocación profesional! Aunque debes estudiar fuerte para llegar a ser la mejor, de esta manera disfrutarás del estudio.
Es importante también considerar aquellas profesiones en que, como mujer, puedes lograr mucho más debido a tu especial sensibilidad para las relaciones humanas y apertura a las cuestiones del espíritu. Por ejemplo, imagínate siendo una maestra de kindergarden, primaria, bachillerato o incluso universitaria, ¡a cuántos alumnos podrás llegar a apadrinar espiritualmente!, especialmente si te preocupas por una formación humana y espiritual profunda. Puedes considerar también abrazar la profesión de enfermera, médico o psicóloga. Por ser mujer, Dios te ha dado los dones específicos que ayudan mejor a los otros en los momentos de dar apoyo, aliento, guía o simplemente consejo en sus momentos de crisis emocionales.
Hay muchas otras profesiones que puedes considerar, como son la Administración de Empresas e ir con miras a ser una gerente o jefe diferente, que humanice los ambientes empresariales con su sola presencia; o música, como ejecutante o hasta un Doctorado para ser Directora de orquesta y despertar lo “divino” que hay en cada uno de nosotros.
En fin, amiga mía, hay tantas profesiones que como mujer podrías ejercer de una manera más humana, maternal y espiritual que nuestros hermanos los hombres… porque recuérdalo siempre: La mujer ha sido puesta en la tierra para la más grande de todas las misiones: sacar lo mejor, la semilla de la bondad que cada ser humano trae dentro de sí.