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23 febrero 2026

LA DIVINA MISERICORDIA

Santa María Faustina Kowalska
Extraído de su Diario sobre la Divina Misericordia
+ La infinita bondad de Dios en la creación de los hombres
Oh Dios que por Tu misericordia Te has dignado llamar de la nada a la existencia al género humano colmándolo generosamente de la naturaleza y de la gracia. Pero para Tu bondad eso no [ha sido] suficiente. Tú, oh Señor, en Tu misericordia nos das (102) la vida eterna. Nos admites a Tu felicidad eterna y nos haces partícipes de Tu vida íntima y lo haces únicamente por Tu misericordia. Nos concedes Tu gracia únicamente porque eres bueno y lleno de amor. No éramos nada necesarios para Tu felicidad, pero Tú, Señor, quieres compartir con nosotros Tu propia felicidad. Pero el hombre no resistió la prueba; habrías podido castigarlo como a los ángeles rechazándolo eternamente, pero aquí se manifestó Tu misericordia y Tus entrañas fueron sacudidas por una gran piedad y Tú Mismo prometiste reparar nuestra salvación. No nos castigaste como lo habíamos merecido debido al inconcebible abismo de Tu compasión. Que sea adorada Tu misericordia, oh Señor; la glorificaremos por los siglos. Y los ángeles se asombraron de la grandeza de misericordia que manifestaste a los hombres...
Jesús, Verdad Eterna, Vida nuestra, Te suplico e imploro Tu misericordia para los pobres pecadores. Dulcísimo Corazón de mi Señor, lleno de piedad y de misericordia insondable, Te suplico por los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores. Oh Jesús, recuerda Tu amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa, Santísima Sangre Tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de Tu Sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la Pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia. Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios. ¡Oh, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies para que glorifiquen Tu misericordia por los siglos de los siglos.
+ Renovación de los votos. Desde la primera hora, cuando me desperté, en seguida mi alma se sumergió entera en Dios, en este océano de amor. Sentía que estaba toda sumergida entera en Él. Durante la Santa Misa mi amor hacia Él alcanzó una gran intensidad. Después de renovar los votos y de la Santa Comunión, de repente vi al Señor Jesús que me dijo con benevolencia: Hija Mía, mira Mi Corazón misericordioso. Cuando me fijé en este Corazón Santísimo, salieron los mismos rayos que están en la imagen, como Sangre y Agua, y entendí lo grande que es la misericordia del Señor. Y Jesús volvió a decir muy amablemente: Hija Mía, habla a los sacerdotes de esta inconcebible misericordia Mía. Me queman las llamas de la misericordia, las quiero derramar sobre las almas, [y] las almas no quieren creer en Mi bondad. De repente Jesús desapareció. Sin embargo, todo el día mi espíritu estuvo sumergido en la sensible presencia de Dios, a pesar del mido y de la conversación que suele haber después de los ejercicios espirituales. A mí eso no me molestó nada. Mi espíritu estaba en Dios, a pesar de que exteriormente yo tomaba parte en las conversaciones y hasta fui con una visita a Derdy.