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Día 20.- PERPETUA VIRGINIDAD DE MARIA.
Virgen antes del parto, Virgen en el parto, y Virgen después del parto. Verdades de fe para ser creídas, dogmas marianos para ser amados, como se nos enseña en el Símbolo Toledano, en los Concilios Primero y Cuarto de Letrán, en el Símbolo de Epifanio, en el decreto contra los Unitarios de Paulo IV...
«El Espíritu Santo cubrió con su sombra -dice el Evangelio a María», y en él seno de María, sin intervención alguna de criatura humana, «el Verbo se hizo carne». Y a la manera que un rayo de sol pasa por un cristal sin romperlo ni mancharlo, salió Jesús del seno de su Madre, limpia y milagrosamente. Y María siguió siendo Virgen después del parto.
Y de nuestros labios y de nuestros corazones sale un ruego: ¡Amor noble y limpio, Madre y siempre Virgen María! Decía San Pedro Crisólogo: «El que hizo al hombre de barro virgen, sin tener que nacer, en su nacimiento tomó naturaleza humana de carne virgen».
Flor espiritual para mañana: Rezar al dar las horas el «Bendita sea tu pureza».