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Oración para todos los días
¡Oh Virgen Santísima, Madre y señora nuestra!, a tus plantas vengo en este mes a ofrecerte las flores de virtud que al calor de tu devoción han brotado en el jardín de mi alma.
Bien quisiera que fueran flores bellas, sin manchas y sin espinas, pero no ignoras, Madre querida, cuánta es mi pobreza y miseria. Mírame, pues, con ojos de misericordia y compasión y riega y cuida Tú misma este jardín que todo entero te ofrezco, para que con tus cuidados maternales produzca las flores y frutos que tu Hijo espera y yo necesito para conseguir la salvación eterna de mi alma. Amén.
Breves reflexiones para cada día
Ahora se puede hacer la lectura indicada para cada día o, unas breves reflexiones sobre algún tema mariano.
Felicitaciones y súplicas
• Os felicitamos, ¡Oh María! y damos gracias al Eterno Padre por haber os hecho Hija suya, Inmaculada desde el primer instante de vuestro ser, y os consagro mi alma con todas sus potencias.
Se reza o canta un Avemaría
• Os felicitamos, ¡Oh María!, y damos gracias a vuestro Hijo Jesucristo por haberos hecho Madre suya, quedando Vos Virgen antes del parto, en el parto y después del parto, y os consagro mi cuerpo con todos sus sentidos.
Se reza o canta un Avemaría
Os felicitamos, ¡Oh María!, y damos gracias al Espíritu Santo por haberos hecho su Esposa, llena de gracia y santidad, y os consagro mi corazón con todos sus afectos, rogándoos al propio tiempo, me alcancéis de la Santísima Trinidad todos los auxilios que necesito para conseguir mi eterna salvación.
Se reza o canta un Avemaría
Oración final para todos los días
Antes de terminar este día, quiero, Virgen Inmaculada, ofrecerte el obsequio o flor espiritual que ayer te dediqué. Es cierto que muy pobre y pequeño es este obsequio en comparación dedo que Tú mereces y también de lo que yo quiero darte.
Recíbelo, sin embargo, como una prueba de mi fidelidad a tu amor. Juntamente con esa flor quiero entregarte todo mi ser con todas mis palabras, obras y pensamientos, para que siempre, pero especialmente en los días de este mes, sea un florido homenaje a tu purísimo Corazón.
Dame tu bendición para que con ella pueda cumplir mejor lo que hoy para mañana te prometo y así pueda ofrecerte una flor más bella y más hermosa que la de hoy.
Ayúdame, Madre querida, para que mi alma sea más generosa en el sacrificio y aumente así cada día más y más en el amor que te quiero profesar. Amén.
CONSIDERACIONES PARA CADA DÍA
Día 1.- DEBEMOS HONRAR A MARÍA
Mes de mayo. Uno de los meses más bellos del año nos abre sus puertas. El mes que la Iglesia dedica a honrar y obsequiar a la Santísima Virgen. Los cristianos recibimos este mes con íntima y sincera alegría.
A través de sus días vamos a vivir junto a la Señora, que es Madre de Dios y Madre nuestra, para ofrecerle nuestras oraciones, sacrificios, obsequios espirituales... nuestras flores. Dice Pablo VI en su Encíclica «Mense Maio»: «Es el mes en que los templos y en las casas particulares sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y su veneración». Sigue diciendo el Papa: «Es también el mes en el que desde su trono descienden hasta nosotros los dones más generosos y abundantes de la Divina Misericordia».
«El mes de mayo, dice el Papa Juan Pablo II, nos estimula a pensar y a hablar de modo particular de Ella. En efecto, este es su mes. Así, pues, el período del año litúrgico (Resurrección) y a la vez el corriente mes llaman e invitan a nuestros corazones a abrirse de manera singular a María» (Mayo 1979).
¿Por qué honrar a María? Baste recordar estos títulos: Hija, Madre y Esposa de Dios... y Madre nuestra.
Flor espiritual para mañana: Firme propósito de hacer todos los días el Ejercicio de las Flores.