-
Ignacio Domínguez
«ne pereatis in via» Fidelidad al Camino
En recuerdo de un alma infiel
En la meditación anterior decíamos: es necesario coger bien el espíritu; ahora añadimos: es necesa¬rio mantenerlo con toda fidelidad.
Con tres citas de la Sagrada Escritura, las tres acerca del mismo tema y de la misma persona, vamos a tratar de aprehender, ahora, una enseñanza fundamental:
El hecho:
Todavía muy de mañana, los ángeles despertaron a Lot, y le dijeron: Levántate y ponte en camino, —«ne pereatis in scelere civitatis»—, para que no os alcance el castigo. Salvad vuestras vidas: no miréis atrás:nolite respiciere post tergum.
Ya había salido el sol, cuando Dios hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, y destruyó esas ciudades malditas con todos los hombres que en ellas habitaban.
Pero la mujer de Lot, volvió la vista atrás, y en el mismo instante se convirtió en una estatua de sal: respiciens uxor eius post se, versa in statuam satis.
El comentario autorizado:
El Libro de la Sabiduría dice así:
El amor de Dios salvó de la ruina al justo, cuando huía del fuego que llovía sobre las ciudades pecadoras; aquella tierra, en testimonio de sus maldades, quedó desierta y humeando; y queda además como monumento de un alma incrédula, fija en el suelo, una estatua de sal: «et incredibilis animae memoria stans figmentum salis» (Sab 10, 6).
c) La advertencia de Jesús:
En aquel día, quien se halle en la terraza no baje a casa para coger sus cosas; y los que están en el campo, tampoco vuelvan atrás: «memores estote uxoris Lot»: acordaos de la mujer de Lot. El que quiera conservar su vida, la perderá; pero el que la perdiere, ése la salvará (Lc 17, 31).
Miró hacia atrás, y como monumento de un alma infiel, quedó en el desierto una estatua de sal.
El ángel había dicho: Nolite respicere tergum... ne pereatis in scelere civitatis: no miréis atrás, de lo contrario pereceréis.
La misma advertencia nos hace ahora el salmis¬ta en las palabras del Salmo 2: intelligite... erudimini... aprended bien la lección, escarmentad en cabeza ajena: acordaos de la mujer de Lot... ne pereatis de vía iusta.
Muchos israelitas salieron del país de Egipto, tierra de pecado y de esclavitud, pero no todos llegaron a cruzar el Jordán: por mirar hacia atrás, anhelando potajes de corrupción, quedaron postrados en el desierto: no llegaron a la patria. Acordaos de ellos: ne pereatis de vía iusta.
Muchos son los llamados por Dios, y pocos, sin embargo, los escogidos: que quienes echan la mano al arado y vuelven la vista hacia atrás, no son aptos para el reino de Dios. Acordaos de ellos: ne pereatis de via iusta.
Es necesario coger bien el espíritu. Y es necesario mantenerlo con fidelidad. Esto fidelis usque ad mortem, et dabo tibi coronam vitae (Apoc 2, 10): sé fiel, mantén tu fidelidad hasta la muerte... y te daré la corona de la vida.