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Federico Delclaux. Santa María en los escritos del beato Josemaría Escrivá de Balaguer. Rialp, Madrid, 1992
La expansión del Opus Dei
El Opus Dei nació con miras universales. La guerra civil de España y poco después la segunda guerra mundial no hicieron posibles los proyectos que Mons. Escrivá de Balaguer tenía el año 1935, cuando ya preparaba la ida a Francia de algunos hijos suyos. Pero en cuanto se pudo, comenzó la expansión por los cinco continentes: Portugal (1945), Italia (1946), Francia, Inglaterra e Irlanda (1947), Estados Unidos y México (1949), Chile y Argentina (1950), Colombia y Venezuela (1951), Alemania (1952), Perú y Guatemala (1953), Ecuador (1954), Uruguay y Suiza (1956), Brasil, Austria y Canadá (1957), El Salvador, Kenia y Japón (1958), Costa Rica (1959), Holanda (1960), Paraguay (1962), Australia (1963), Filipinas (1964), Nigeria y Bélgica (1965), Puerto Rico (1969), etc…
Es difícil explicar lo que esto suponía para el Fundador: enviaba a sus hijos y a sus hijas sin nada más que su bendición y —siempre— con una imagen de la Santísima Virgen, poniéndolos bajo su protección maternal. Su corazón de Padre marchaba también a su lado, por lejos que fuesen; por ellos rezaba insistentemente y hacía rezar, se mortificaba, les escribía y recibía sus noticias con inmensa alegría, orientaba e impulsaba aquellos primeros pasos apostólicos, y luego la labor cuajada en frutos. Cuando en abril de 1958 recibió la primera carta del que había ido a Japón para preparar la ida estable a ese país, en el sobre escribió con aquella letra amplia suya, lleno de gozo: ¡La primera carta del Japón! Sancta María, Stella maris, filios tuos adiuva!
Era el clamor agradecido a su Madre porque veía realizado un afán esperado durante tantos años. Cuando próxima la Navidad de ese año se comenzó la labor allí, nos hablaba de la Comunión de los Santos, e insistía en lo cerca que debíamos estar de los que habían ido a Japón, y cómo debíamos encomendarles a la Virgen Santísima con esa jaculatoria.
Y así país a país, con todos los contentos y sufrires propios del roturar nuevas tierras. La Dra. Ana Sastre, en su biografía de Mons. Escrivá de Balaguer, relata los comienzos de la expansión del Opus Dei por algunos países; al leer ese libro, se comprueba cómo la devoción a la Virgen Santísima está presente en todos los pasos que ha dado el Fundador del Opus Dei, y también cómo enseñó a hacer lo mismo a sus hijas e hijos.