-
San Josemaría. En diálogo con el Señor (ed. crítica)
10ª. REZAR SIN INTERRUPCIÓN (24/XII/1967) (2 de 2)
2d Como dice en otra parte la Escritura: orando siempre, no con largas oraciones vocales, sino con oración mental sin ruido de palabras, sin gesto externo. ¿Dónde oramos? «In angulis platearum...». Cuando andamos por medio de las calles y de las plazas, debemos estar orando constantemente. Este es el espíritu de la Obra.
2d Después de este párrafo se lee en Crónica: «El Padre hace una pausa. Nos dice también que, si Dios le da vida, pondrá en nuestras manos, dentro de dos años, un libro sobre la oración en el Opus Dei, que quiere llamar Diálogo», Crol968,41. En la transcripción se lee además el porqué de ese título: «Como tengo tanta devoción a Santa Catalina de Siena, esa gran indiscreta que no tenía ningún reparo en decir las cosas, le pienso llamar Diálogo», m671224-A.
3a Y ¿por qué debemos orar siempre? Nos lo dice el Señor con Jeremías: «Orabitis me, et ego exaudiam vos». Siempre que acudáis a mí, siempre que hagáis oración, Yo os escucharé. «Exaudi, Domine, vocem meam». Yo estaré con mi oído atento. El mismo Cristo Jesús, que es nuestro modelo, llama al Padre. Id, que estaba unidísimo -es imposible separarle del Padre y del Espíritu Santo-, ¿veis cómo levanta el corazón a su Padre, antes de cada milagro? Y cuando iba a escoger los primeros discípulos, pasó la noche en oración, «pernoctans in oratione».
3b Por lo tanto debemos orar y orar siempre: son dos propósitos de esta noche. ¿Y cómo vamos a orar? Orar con acción de gracias. Demos gracias a Dios Padre, demos gracias a Jesús, que se hizo niño por nuestros pecados; que se abandonó, sufriendo en Belén y en la Cruz con los brazos abiertos, extendidos, con gesto de Sacerdote Eterno. A mí no me gusta ver una imagen de Jesucristo encogida en la Cruz, encrespado, como rabioso. ¡Eso no es! Padecía como hombre por nuestros pecados, y sentía todos los dolores: de los azotes, de la coronación de espinas, y de las bofetadas, y de la burla... Pero está en la Cruz, con la dignidad de Sacerdote Eterno, sin padre ni madre, sin genealogía. Allí se entrega, sufriendo por amor. Le doy gracias porque por El, con Él y en Él, yo me puedo llamar hijo de Dios. Este es otro punto que hay que considerar: la acción de gracias, a pesar de nuestras miserias, a pesar de nuestros pecados.
3c Y también la petición. ¿Qué hemos de pedir? ¿Qué pide un niño a su padre? Papá..., ¡la luna!: cosas absurdas. «Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá». ¿Qué no podemos pedir a Dios? A nuestros padres les hemos pedido todo. Pedid la luna y os la dará; pedidle sin miedo todo lo que queráis. El siempre os lo dará, de una manera o de otra. Pedid con confianza. «Quarite primum regnum Dei...». Buscad primero lo que es para gloria de Dios y lo que es de justicia para las almas, lo que las une, lo que las eleva, lo que las hermana. ¡Y todo lo demás nos lo dará Él por añadidura!
3c En la transcripción se encuentran también estas palabras, después de «Qumnte primum regnum Dei»: «¿Veis por qué hemos hecho en el Opus Dei locuras? Nos hemos enfrentado con muchos problemas. Esa futura sede donde estará el Colegio Romano, esas fundaciones nuevas... Y no hay medios humanos. Antes había menos: nos hemos encontrado en momentos peores, en que mil pesetas eran algo inmenso. Escribí entonces: se gasta lo que se debe, aunque se deba lo que se gaste. No me gustan las milagrerías, pero os engañaría si no os dijese cuántas veces el Señor hizo llegar, en el último momento, el dinero al céntimo. Para enseñarnos con cosas concretas a confiar en Él», m671224-A.
3d Hijos míos, yo he terminado. No he dicho nada mío. Todo está en la Sagrada Escritura: es espíritu de Jesucristo, y Él lo ha querido para su Obra.
3d Antes de este párrafo, en Crónica se anota: «Pasan unos minutos más, el Padre nos va diciendo que debemos estar siempre muy unidos, querernos de verdad, con obras. Después acaba», Crol968,43. En la transcripción se lee: «Que el Dios de la paciencia y de la consolación, como dice en Romanos -con esto terminaré: vosotros lo paladearéis y sacaréis frutos, que este es el espíritu del Opus Dei- quiera daros la gracia de estar unidos mutuamente, en sentimientos de afecto. Que estéis muy unidos, hijos de Dios, hermanos de Jesucristo y hermanos entre vosotros. Cariño de verdad, sincero, noble, limpio, sacrificado. No solo de palabra: “non verbo neque lingua”, sino “opere et veritate”. A fin de que no teniendo más que un corazón y una boca, glorifiquéis a Dios», m671224-A.
3e Que tengáis buena Pascua de Navidad, como dicen en mi tierra. Que Dios os bendiga. Ahora, antes de marchar, os doy la bendición.