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El Amor es don de Dios, un depósito divino en nosotros. El Amor de Dios es el primero, se nos concede y se nos confía como una prenda que hay que hacer fructificar y devolver constantemente al que nos la ha entregado primero. El Ángel me dijo después:
Las almas del Purgatorio se encuentran
en la luz del Amor divino.
Tienen así grandes conocimientos
más rápidos y más completos
que todos los que vosotros
podéis tener en la tierra:
Conocen de forma inmediata,
a la manera de los espíritus,
por intuición y por comunicación inmediata,
ciertas realidades y ciertos misterios.
Ellas conocen el misterio de la muerte,
por haberlo experimentado;
el de la eternidad y la inmortalidad del alma,
que experimentan actualmente;
conocen la existencia de Dios, más allá de la fe, la de la Virgen María, de los santos y de los ángeles.
Reciben grandes luces intelectuales, se conocen ellas mismas a la luz del Amor divino y se reconocen humildes pecadoras, objetos de la Justicia y de la Misericordia de Dios.
Conocen perfectamente el Amor de Dios, sus faltas a este Amor, su estado, su expiación. Todos sus conocimientos las llevan siempre a entregarse más a este Amor que actúa en ellas, a acogerlo con una gran paciencia, a dar gracias por la oración y a favorecer su extensión por todos los medios.
Todo me parecía tan claro, tan límpido. ¡Cuántas preguntas vanas, superfluas, se desvanecen entonces! ¡Dios es tan simple, tan sencillo! Mi Santo Ángel tomó la palabra otra vez:
En el Purgatorio las almas están en un estado de necesidad y de receptividad: están, igualmente, entregadas al Amor de Dios. Este doble estado, por paradójico que parezca, es la consecuencia del fuego de amor del Purgatorio,
fuego que las atrae en el dolor y en la felicidad.
Su dolor llama a un alivio,
su dicha, a un don de ellas mismas.
Sí, las almas del Purgatorio están muy necesitadas,
son muy receptivas a vuestras oraciones,
que las alivian mucho;
y están entregadas a su oración,
que es un homenaje
y una alabanza a la gloria de Dios.
Las almas del Purgatorio
están doblemente sometidas al Amor
ya que están sumisas al ejercicio en ellas
de la misericordia y la justicia de Dios.
La justicia se ejerce en ellas
en esta exigencia de expiación
de la deuda de su pecado;
en cuanto a la misericordia,
se ejerce también bajo esta exigencia
porque el Amor impone a estas almas
una expiación limitada y finita
por el pecado, que es una ofensa infinita.
Verás siempre en el Purgatorio
la luz de la misericordia y el fuego de la justicia;
el Purgatorio es una realidad
a la vez terrible y consoladora.
No hay que separar estas dos características,
cuando se habla del Purgatorio...
¿ Comprendes cuánto hay que rezar
por las benditas almas del Purgatorio?
Esto está hoy muy olvidado;
hay pocas personas que piensen en esto,
pocos sacerdotes que recen y ofrezcan Misas
por estas benditas almas.
Por eso debes escribir:
para despertar esta preocupación,
este cuidado de las almas del Purgatorio
y recordar a tus hermanos
que la Comunión de los Santos es una realidad
y que tiene sus exigencias de caridad. Entonces, hijo mío, reza y haz rezar por las benditas almas del Purgatorio.
Después de esto, el Ángel desapareció de mi vista, dejándome en acción de gracias y con una extraordinaria alegría.