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25 diciembre 2024

En diálogo con el Señor (1ª parte)

San Josemaría. En diálogo con el Señor (ed. crítica)

1ª. VIVIR PARA LA GLORIA DE DIOS (21/XI/1954) (4 de 7)

3d Formación, pues, para dar doctrina y para vuestra santidad personal. Formación con el tiempo necesario, en lugar oportuno, con los medios oportunos; pero de cara al universo entero, a la humanidad entera, pensando en todas las almas. Y mientras vuestros hermanos van rompiendo el frente en nuevos países, no se encontrarán solos, porque desde aquí, dentro de estas paredes que parecen de piedra y son de amor, vosotros estaréis enviando toda la eficacia de vuestra santidad y de vuestro entregamiento, y haciendo que esos hermanos se sientan muy acompañados. Y luego llegará el momento de decir: «Ite, docete omnes gentes»…, id y enseñad a todas las gentes: apostolado de la doctrina -con vuestro ejemplo primero-, en medio del trabajo profesional. ¡Con qué alegría os diré unas palabricas al salir...!
3d Cfr. Matth. XXVIII, 19. ] Matth. XXVIII, 19. EdcS,22.
3e Hijos de mi alma: vosotros sabéis que el Padre ama mucho la libertad. No me gusta coaccionar, ni que se coaccione a las almas. Ningún hombre debe quitar a los demás la libertad de que Dios nos ha hecho el don. Y si eso es así, pensad si voy a coaccionaros a vosotros... ¡Al contrario! Yo soy el defensor de la libertad de cada uno de vosotros dentro de la barca..., dentro de la barca y sin avión.
3f Pero se nos está pasando el tiempo, y quisiera todavía hablaros de muchas cosas más.
4a Nuestro Opus Dei es eminentemente laical, pero los sacerdotes son necesarios. Hasta hace poco, amando como amo el sacerdocio, cada vez que se ordenaba uno de vuestros hermanos, sufría. Ahora, al contrario, me da mucho gozo. Pero ha de ser sin coacción, con una libertad absoluta. A Dios no le molesta que un hijo mío no quiera ser sacerdote. Además, hacen falta muchos seglares, santos y doctos. Por lo tanto, los que son llamados al sacerdocio, hasta el mismo día, hasta el mismo momento de la ordenación, tienen una libertad completa. -Padre, no. Muy bien, hijo mío. Que Dios te bendiga. No me da ningún disgusto.

4a «sufría»: le hacía sufrir -en un primer momento- que dejaran el estado laical, al que habían sido llamados por Dios para santificarse en el Opus Dei. Pero ese “sufrimiento” quedaba compensado por el gran don que supone para la Iglesia todo nuevo sacerdote, que es otra llamada divina, y aún más excelsa.
4b Sin embargo, nos hacen falta muchos sacerdotes, que sirvan como esclavos, gustosamente, a sus hermanas y a sus hermanos, y a esas vocaciones tan encantadoras que son los sacerdotes diocesanos. Hacen falta para la labor de San Rafael y para la de San Gabriel, para atender en el terreno sacramental a todos los socios de la Obra, para ayudar a esos grandes ejércitos de Cooperadores, que si son formados como se debe, serán mucho más eficaces -lo están siendo ya- que todas las asociaciones piadosas conocidas. Pero sin sacerdotes, no es posible.
4b «esas vocaciones tan encantadoras que son los sacerdotes diocesanos»: se refiere a los socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, intrínsecamente unida al Opus Dei, que son sacerdotes seculares provenientes de diversas diócesis. Viven el espíritu del Opus Dei desempeñando la propia labor pastoral, en dependencia plena de sus obispos.
socios Crol975,533 ] miembros EdcS,23.
La terminología “socios”, que aquí emplea san Josemaría, quería recalcar que los miembros o fieles del Opus Dei no son religiosos. La situación jurídica de la Obra en aquellos momentos no era la más adecuada, por lo que tampoco el modo de denominar a los miembros o a los fieles —como se diría hoy, con una terminología precisa— era el ideal. De ahí que el fundador emplee “socios” a veces, a pesar de que el Opus Dei no era una asociación ni una sociedad, sino una realidad distinta de comunión eclesial. En EdcS se corrigió “socios” por “miembros”, un término más exacto, que también empleaba san Josemaría otras veces. Como corresponde a esta edición crítico-histórica, hemos restaurado aquí la lección original del Autor.