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Apuros en El Cubil
El sábado 18, Portillo llamó por teléfono a los de El Cubil y también se puso el fundador, que estaba afónico por un catarro. Por el mal estado de su voz, al día siguiente, no pudo tener lugar el retiro mensual en Jenner, que se retrasó unos días. El martes 21 volvieron a telefonear con la noticia de que el sábado 25 el fundador se comprometía a dar un retiro en Valencia. No obs¬tante, en aquellos días, la Compañía Telefónica cortó la línea de El Cubil por no pagar los recibos, pero consiguieron dinero y, finalmente, el 6 de junio solucionaron el problema91.
El 24 de mayo, Escrivá y Hernández Garnica viajaron en tren a Valencia. A la mañana siguiente el fundador celebró Misa y visitó a Antonio Rodilla en el seminario. Por la tarde dio una charla en El Cubil; y entre los nuevos, asistieron cuatro estudiantes que decidieron asistir a clases de formación cristiana en El Cubil: Pérez Hernández (primer curso de Derecho), Cabello (curso previo de Ingeniería), Massotti y López Navarro (los dos de Medicina). En el diario de este centro quedó escrito que el fundador había traído un cuadro de san Nicolás y una inscripción, en la que el arzobispo de Valencia, Mons. Prudencio Meló, concedía cien días de indulgencia por besar devotamente la cruz negra de palo que decoraba una de las paredes de El Cubil.
ONÉSIMO DÍAZ