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16 mayo 2026

SAN JOSEMARÍA HOY: 1932. Origen del punto 387 de Camino

Origen del punto 387 de Camino

387* El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos:
La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza
.
En la secuencia de sus Cuadernos aparecen, primero, los temas «santa intransigencia» y «santa coacción», que son de 1931. El primer texto de «santa desvergüenza», 1-I-1932, es precisamente la falsilla de este p/387. Aparece, pues, la expresión como el «punto» que con los otros dos hará posible el «plano». Los otros cuatro textos sobre el tema serán anotados de enero a mayo de 1932, siempre en un clima de «vida de infancia» y con un intenso contenido de experiencia espiritual.
La redacción de este p/387 tiene también aspectos biográficos que deben ser reseñados. La primera redacción -la idea, la falsilla, podríamos decir- se encuentra en el Cuaderno V (nº 530) de sus Apuntes, escrita el día primero de año de 1932:
«Niño amigo: dile a Jesús que quieres para ti la santa desvergüenza. Con la santa intransigencia y la santa coacción, tienes los tres puntos que determinan el plano de santidad, que te conviene».
Pero cuando preparó el texto para las cuartillas a velógrafo, el Autor ya disponía de una redacción muy semejante a la actual, escrita en el dorso de una estampa que se encuentra entre los papeles del Archivo. Representa a Jesús con el discípulo amado y las palabras: «Qui manet in me et ego in eo hic fert fructum multum». Al dorso, como digo, se lee manuscrito de Escrivá:
«El plano de la santidad, que nos pide Jesús, se determina por estos tres puntos: la santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza. Mayo de 1932».
Con otra pluma de trazo más delgado, pero igualmente autógrafo, se lee más abajo:
«De José Mª Somoano, 1-VIII-32».
¿Qué quiere decir esta última expresión? Evidentemente, la estampa y/o las palabras del futuro punto de C guardan relación con este santo sacerdote, un asturiano de 30 años, capellán del Hospital del Rey, que formó parte del Opus Dei desde el 5 de enero de ese año 32 y falleció, posiblemente envenenado, seis meses después (16 de julio de ese año). Somoano se incorporó desde el primer momento a la «conferencia» semanal en la que el Beato Josemaría reunía a un grupo de sacerdotes allegados a su ideal apostólico y les iba dando a conocer su espíritu y sus proyectos. Lo interesante es que en su agenda, uno de esos lunes, exactamente el 16 de mayo, Somoano apuntó:
«Voy a Madrid. Santa intransigencia. Santa coacción. Santa desvergüenza. Estoy en Porta Coeli».
La cosa parece clara. Somoano fue a Madrid a la «conferencia», en la que el Beato Josemaría debió desarrollar el tema «El plano de tu santidad», que estaba muy vivo esos meses en sus Cuadernos (es decir, en su vida espiritual) y que sin duda impresionó al sacerdote asturiano, que en el Asilo de Porta Coeli lo anotó en su agenda. La relación con la estampa no es clara. Podría pensarse en que Escrivá se la regaló a Somoano con el punto de C ya escrito y después de su muerte la encuentra entre sus papeles y la recupera, haciendo notar la circunstancia: «De José Mª Somoano, 1-VIII-32».
Esta doctrina la predicó siempre y es un aspecto importante de la fisonomía espiritual del cristiano que dimana de esa predicación. El tema estaba muy vivo en la época de Honduras y después en Burgos. En una meditación del retiro predicado en Salamanca en enero de 1938 se lee escuetamente:
«La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza».
Por lo demás, la utilización de la calificación de santo o santa para distintas realidades de la vida cristiana no es infrecuente en los autores espirituales: piénsese, por ej, en el «santo abandono», que da título a la conocida obra del cisterciense P. Vital Lehodey (1847-1948), o en la «santa indiferencia».
PEDRO RODRÍGUEZ