-
Piensa en todos
Doña Dolores, como todo el mundo, estaba ya harta de la guerra. Así lo daba a entender Isidoro en la primavera de 1938: la abuela «está un poco disgustada y nerviosa con la tardanza del abuelo en venir». ¿Qué no sentiría ahora? Pero don Josemaría, en ese duro período de separación, estuvo siempre unido a los suyos y los tenía a todos presentes a diario en su misa y oraciones. Es más, previendo la instalación de una nueva residencia en Madrid, escribía a Paco Botella:
Pienso en todos: en los de la zona roja, de modo especialísimo. Cuando escribas a los demás —a todos— di que pidan al Señor que nos conserve a la abuela: veo, con luz meridiana, que la necesitamos.
Y con la misma fecha de esta carta —13 de febrero, víspera del aniversario de la fundación de mujeres— hacía llegar desde Vitoria el latido de su corazón a todos sus hijos:
Para Álvaro y Vicente.13 de febrero — 1939.
Jesús bendiga y me guarde a mis hijos.
¡Criotes! Hoy, vísperas de uno de los días de acción de gracias —quizá pase inadvertido, para casi todos—, me acuerdo de cada uno con más intenso pensar y querer: siento en mis entrañas ansias de pediros perdón, por los malos ejemplos que he podido daros y las flaquezas y miserias de este abuelo, que os hayan podido escandalizar. Pasaré la noche entera junto al Señor, en la capilla de Palacio, y... no queráis saber las locuras que nos vamos a decir y lo que he de murmurar de todos vosotros.
¡Vicentín!: pide por tu Padre.
Saxum!: confío en la fortaleza de mi roca.
Os bendice
Mariano.
Las locuras que nos vamos a decir... Nunca mejor descrita su avidez de enamorado en conversación con el Señor: de tú a Tú, como explica a Ricardo en carta de la misma fecha:
¡Jesús te me guarde!
Tengo necesidad de escribiros a todos, hoy, vísperas de un día de acción de gracias... ¿Quién se acordará? Pasaré la noche entera junto al Señor, en la capilla de este Palacio Episcopal, ya que ha sido tan bueno Él, que... se me ha puesto a tiro. ¡Ojalá le dé en el Corazón.
VÁZQUEZ DE PRADA