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El Opus Dei, Instituto Secular
El 8 de noviembre, el Padre está ya de nuevo en Roma. Reanuda enseguida sus gestiones ante distintos organismos de la Santa Sede, pasa largos ratos ante el Santísimo Sacramento, en el oratorio del apartamento de la Plaza Città Leonina, y reza muchos credos ante la tumba del príncipe de los apóstoles, en la basílica de San Pedro.
Con algunos prelados que siguen de cerca el asunto, sus relaciones desbordan enseguida el marco estrictamente oficial. Entre ellos, Mons. Sebastiano Baggio y dos colaboradores directos del Papa Pío XII, Mons. Domenico Tardini, secretario de Estado para asuntos extraordinarios, y Mons. Juan Bautista Montini, que lleva la sección de asuntos ordinarios y que atiende a don Josemaría con delicadeza y diligencia.
El Santo Padre, por su parte, vuelve a recibirle en audiencia privada el 8 de diciembre.
Por fin, el 2 de febrero de 1947, la Constitución apostólica Provida Mater Ecclesia crea una figura jurídica nueva en el cuadro general de las asociaciones de fieles: la de los Instituto Seculares.
El 24 de ese mismo mes, tras una reunión plenaria de la Congregación competente que ha tenido lugar el 14, el Papa decide aprobar al Opus Dei, dando el Decreto de alabanza, en el marco de esta nueva legislación, y convirtiéndolo así en el primer Instituto Secular de Derecho pontificio.
El 22 de abril, don Josemaría Escrivá de Balaguer es nombrado prelado doméstico de Su Santidad. Duda antes de aceptar este título honorífico que le da derecho a ser llamado Monseñor, pues no quiere nada para él. Si, por fin, acepta, es para no desairar a quienes le han propuesto y también porque es un título que sólo pueden llevar los sacerdotes seculares, no los miembros de las órdenes y congregaciones religiosas, con las cuales el Opus Dei no tiene parecido alguno.
A la espera de que la Constitución Provida Mater Ecclesia se haga pública -su texto aparecerá el 14 de marzo en L'Osservatore Romano y será comentado en la Radio Vaticana junto con la noticia de la aprobación del Opus Dei- el Padre escribe a sus hijos con fecha 7 de marzo: Ya se va haciendo pública la aprobación de nuestra Obra y además... casi he recibido una orden (...) para que no me calle. Por tanto -siempre sin hacer alardes, pero sin contener vuestra alegría- podéis comunicar a todo el mundo la grata nueva.
FRANÇOIS GONDRAND