-
La vocación de Isidoro Zorzano
Desde el principio, Escrivá animó a Zorzano a construir, paulatinamente, una intensa vida interior de oración y sacrificio. En una carta fechada el 23 de noviembre de 1930 escribió́: “Mira: Si hemos de ser lo que el Señor y nosotros deseamos, hemos de fundamentarnos bien, antes que nada, en la oración y en la expiación (sacrificio). Orar: nunca, repito, dejes la meditación, al levantarte; y ofrece cada día, como expiación, todas las molestias y sacrificios de la jornada”. Paciente e insistentemente le urgía a frecuentar los sacramentos, y especialmente a recibir la comunión con mayor frecuencia, a diario si era posible. No le indicó a Zorzano que dejara las actividades de los diversos grupos a los que pertenecía, pero le ayudaba, poco a poco, a comprender que debían ocupar un lugar secundario, ya que debía centrarse en cultivar una vida de auténtica piedad y un apostolado más personal en el trabajo con amigos, compañeros y familiares.
JOHN F. COVERDALE