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22 noviembre 2026

SAN JOSEMARÍA HOY: 1949. Sale de Roma por primera vez en plan apostólico

Sale de Roma por primera vez en plan apostólico

Ni que decir tiene que la Obra encuentra también obstáculos en algunos países. Pero, como le gusta decir al Fundador, ¿qué sería de un cuadro si todo fuera luz y no tuviera sombras? ¡No habría cuadro!. Así pues, aconseja a sus hijos e hijas que se atengan a la regla de conducta que él siempre ha adoptado: rezar, callar, trabajar, sonreír.
Al Padre le gusta contribuir a roturar el terreno con la oración, mientras recorre los países y regiones donde sus hijos ya trabajan o irán pronto a sembrar el espíritu del Opus Dei. Así, el 22 de noviembre de 1949, junto con don Álvaro y otro miembro de la Obra, visita Génova, Como y Milán. En esta última ciudad, unos pocos hijos suyos esperan, en una pensión, encontrar un lugar en el que instalarse. El Padre les aconseja que invoquen con frecuencia a la Madonnina que corona la catedral de Milán; les habla también de vida interior, de esa santidad que deben buscar incansablemente en su vida ordinaria, como, por ejemplo, en las difíciles circunstancias que atraviesan. El resto vendrá por añadidura, si son fieles, gracias a su empeño.
Desde Milán, sigue viaje por Turín y el norte de Italia, hasta Bolzano, en el Alto Adigio. Luego, el 29 de noviembre, cruza la frontera de Austria.
Antes de partir de Milán, ha escrito a sus hijos de Portugal: Encomendad de firme las cosas para que el Señor no mire nuestras miserias, sino nuestra fe, y podamos pronto emprender definitivamente la labor en el centro de Europa.
Pasan por Innsbrück, llegan hasta Münich -capital de Baviera-, en el sur de Alemania, vuelven a pasar por Innsbrück y regresan a Italia por la región de Venecia.
Durante la última etapa del viaje, el Padre no ha hecho más que rezar: ha invocado a la Virgen en todas las iglesias, de muros blancos y dorados, y ha recitado infinidad de rosarios en el coche. Hemos llenado de avemarías y canciones los caminos del centro de Europa, comentará al regreso.
Le parece estar viviendo una novela, una maravillosa novela de amor y de aventuras.
Pensando en las maravillas que el Señor le ha descubierto, en aquellas que ya se han convertido en realidad y en las que se convertirán pronto, tiene la sensación, a veces, de que todo lo que está sucediendo supera su capacidad de imaginación y terminará por hacerle estallar el corazón y la cabeza.
Antes, más, mejor: Prima, più, meglio! Estas tres palabras serán en adelante uno de los lemas que utilizará para pedirle a Dios, en un diálogo lleno de confianza, que acelere el desarrollo de la Obra. Con ellas trata de expresar que, con la fidelidad de todos, se harían más cosas, antes y mejor de lo que con visión humana se podría pensar.
FRANÇOIS GONDRAND