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18 octubre 2026

SAN JOSEMARÍA HOY: 1943. Da las buenas y malas noticias ante el sagrario

Da las buenas y malas noticias ante el sagrario

En el año 1941, Amadeo de Fuenmayor viaja a Madrid para leer su Tesis Doctoral en la Facultad de Derecho. Y puede asistir a la meditación que don Josemaría dirige a sus hijos en el oratorio de la casa de Lagasca el día en que el Obispo de Madrid -don Leopoldo Eijo y Garay- le comunica la primera aprobación eclesiástica de la Obra. El Padre recuerda, en su oración ante el sagrario, esta oposición desencadenada en torno al espíritu del Opus Dei. La mayoría de los que están allí han sufrido esta batalla en la primera linea. Por eso cunde la emoción cuando el Fundador les anuncia que el Obispo de Madrid, que siempre acertó a saber que la mano de Dios estaba en los cimientos de la Obra, ha querido que tenga una aprobación oficial, pensando frenar la campaña de calumnias.
El documento que avala esta decisión jurídica tiene fecha de 19 de marzo de 1941 y está firmado por don Leopoldo Eijo y Garay. Llegará a manos del Padre el día 24. Monseñor Escrivá de Balaguer rememora aquella jornada cuando pasa por Madrid, en años sucesivos, con destino a muy diversos viajes apostólicos:
«Fui con mi madre y alguno de mis hijos que estaba en la casa, porque no había nadie más: todos estaban trabajando (...). Fui a ver a mi madre y le dije: mira, me acaba de llamar el obispo y, contra mi voluntad, porque no quería ninguna aprobación, me dice que está hecho el decreto. Vamos a dar gracias. Nos arrodillamos sobre la tarima del altar, y dimos gracias al Señor».
Dos años más tarde, el 18 de octubre de 1943, también en este oratorio, el Padre reunirá a sus hijos para hablarles, en pie, junto al sagrario:
«Ya sabéis, hijos míos, que las buenas y las malas noticias os las doy junto al Sagrario. Ahora os digo que, mientras algunos por ahí -yo los perdono y les quiero- habían asegurado que los Obispos habían quitado las licencias ministeriales a este pecador, ha llegado de Roma un telegrama, dirigido al Obispo, anunciando que el Santo Padre ha dado el nihil obstat a la Obra, y que nos bendice de todo corazón».
Sus palabras continúan, llenas de amor y agradecimiento. Después, reza una acción de gracias y un Avemaría. El nihil obstat e había concedido y fechado el día 11 de octubre, festividad, entonces, de la Maternidad de Nuestra Señora.
Desde los comienzos, Monseñor Leopoldo Eijo y Garay bendijo cariñosamente el trabajo del Fundador. Y durante estos duros años de persecución puso todo lo que estaba de su parte para que se restablecieran la verdad y la justicia. En una ocasión, le dijo a una mujer de la Obra que el Opus Dei era para él algo tan grande y tan querido, que en su oración ante el sagrario solía decirle al Señor: «Señor: aunque yo no valga gran cosa, cuando llegue ante Ti por lo menos podré decirte: en estas manos nació el Opus Dei, con estas manos bendije a Josemaría. Y éstas -sigue diciendo-- espero que serán mis credenciales para presentarme ante el juicio de Dios».
ANA SASTRE