-
Si no le dejas, Él no te dejará
730* Si no le dejas, Él no te dejará.
También de 1932, 14 de octubre. Cuaderno VI, nº 841. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C. El tenor literal del texto es idéntico al del impreso. Pero cuatro días antes, en Segovia, durante los EjEsp que hizo en la casa de los Carmelitas descalzos, ya había anotado la idea:
Día cuarto, viernes: El Reino de Jesucristo. ¡Esto es lo mío! Pero no quiero saber ninguna de las muchas razones que tiene, para reinar en mí. Me basta contemplar cómo me ama y cómo le quiero corresponder: sentir que, a pesar de todo, le amo actualmente, hasta verme precisado a decírselo a voces: y que, si yo no le dejo, El no me dejará...».
Es inevitable poner este punto en relación con el p/999. No sólo por la resonancia literaria, sino ante todo por la interna y teológica relación que se da entre ambas afirmaciones. Esa común teología se hace patente en la transcrita anotación de Segovia. Escrivá contempla el amor que Dios le tiene y, a la vez, la dimensión desfalleciente de su propia libertad, y sabe que puede «dejar» al Señor. Pero el «amor actual» que tiene a Jesucristo hace que no le deje. Es la secuencia de los dos puntos: «Enamórate, y no 'le' dejarás» (p/999) - No le dejes y Él no te dejará (p/730).
PEDRO RODRÍGUEZ