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Cae enfermo en Valencia
Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei
Mientras se ocupaban de ultimar la instalación de la Residencia, don Josemaría marchó a Valencia, donde había dejado en junio media docena de jóvenes que sentían la llamada al Opus Dei. En el mes de agosto los valencianos alquilaron un pisito, que contaba con un par de habitaciones y un pasillo. Era un entresuelo de la calle Samaniego, número 9. Por lo exiguo del refugio lo llamaron "El Cubil". Como estaba previsto, del 10 al 16 de septiembre de 1939, don Josemaría dio en Burjasot una segunda tanda de ejercicios espirituales para los universitarios de Valencia. De allí salieron algunas vocaciones más y el Padre les animó a ir pensando en montar una Residencia de estudiantes para el próximo año. Pero había puesto tal fogosidad al dar las meditaciones en aquel curso de retiro que, tan pronto acabó su tarea, le sobrevino un fuerte agotamiento. Al día siguiente, 17 de septiembre, estaba don Josemaría comenzando a celebrar misa en la capilla de la Santísima Trinidad de la catedral de Valencia cuando se sintió indispuesto. Le llevaron a la sacristía y de allí a la calle Samaniego. No era El Cubil el sitio más apropiado, pero el enfermo insistió en ir a casa. En aquel piso no había cama, solamente un camastro de los que se usan en los cuarteles: cuatro tablones montados sobre unos pies de hierro. Tampoco había mantas ni colchón. Don Josemaría pasó unas horas de alta fiebre, arrebujado en unas cortinas viejas y sacudido por los escalofríos.
VÁZQUEZ DE PRADA