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Persecución en España
Los preparativos de los documentos para la aprobación de la Obra como Pía Unión fue un empeño que terminó embarcando a Prelado y súbdito en la misma nave. De suerte que juntos compartieron la defensa del Opus Dei, mirando celosamente por la honra de Dios.
La primera medida que tomó don Leopoldo fue procurarse información; a ser posible, de primera mano. Don Josemaría, con su generosa tendencia a comprender las razones del prójimo y no aceptar de entrada malas intenciones, se deshacía prestamente de las noticias y papeles que le llegaban, y rechazaba juicios sobre las intenciones. Don Leopoldo le exigió que guardase los papeles, y que le notificase cualquier hecho relacionado con los ataques a la Obra o a su persona. En la primavera de 1941 las cosas se habían vuelto tan agrias que no podían ir ya a la buena de Dios. De lo copioso de las informaciones y de lo reservado de su naturaleza —es decir, de su gravedad— son testimonio algunas cartas de don Josemaría a don Leopoldo. Por ejemplo, una del 14 de mayo:
Padre: Para tener a V. E. Rvma. al tanto de lo que va sucediendo, le envío esta cuartilla, la copia de una hoja que los PP. repartieron en Barcelona con cierta abundancia, entre eclesiásticos... Lahiguera creo que ha traído también otra igual.
VÁZQUEZ DE PRADA