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5 marzo 2026

SAN JOSEMARÍA HOY: 1960. Primera audiencia de san Juan XXIII a san Josemaría

Primera audiencia de san Juan XXIII a san Josemaría

En en su estancia en París, el Padre ha evocado también la audiencia que le había concedido, el 5 de marzo de 1960, Juan XXIII.
Era la primera vez que el Fundador de la Obra se entrevistaba con el sucesor de Pío XII, fallecido el 9 de octubre de 1958.
Juan XXIII, por su parte, ya conocía la labor del Opus Dei, pues había visitado algunas de sus realizaciones: La Estila, una residencia de estudiantes en Santiago de Compostela, donde había estado en 1954, año jubilar, y otra en Zaragoza, Miraflores, donde se había alojado durante su viaje a España en aquella ocasión.
El Papa conservaba un recuerdo muy vivo del ambiente cordial que se respiraba en los Centros de la Obra, que alguien le había descrito previamente como una institución "imponente" que "hacía mucho bien". Se lo había contado al Fundador, añadiendo, con buen humor, que cuando había vuelto a oír hablar de la Obra, habían vuelto a decirle que era "imponentíssima e faceta moltissimo bene...".
A esto se aludía, de alguna manera, en la carta que el Cardenal Secretario de Estado había dirigido al día siguiente a Mons. Escrivá de Balaguer, adjuntándole una fotografía de la audiencia.
El Papa Juan había reído abiertamente cuando el Fundador le manifestó, con su franqueza acostumbrada, que no había aprendido de Su Santidad a practicar el ecumenismo, porque había tenido que hacer varias tentativas infructuosas antes de conseguir que la Santa Sede admitiera, en 1950, que pudiese haber cooperadores no católicos, e incluso no cristianos, del Opus Dei.
Don Josemaría no era ya, en absoluto, aquel joven sacerdote desconocido que había llegado a Roma para solicitar una Fundación que hacía saltar el corsé del Derecho canónico. Sin embargo, ante el Papa, es decir, ante el "Vice-Cristo" o "el dulce Cristo en la tierra", como solía decir con palabras de Santa Catalina de Siena, se sentía siempre profundamente conmovido: Después de Jesús y de María, el Papa, quienquiera que sea, solía repetir a sus hijos.
Don Josemaría, que ha hablado siempre con sinceridad y sencillez, y que ha obrado siempre como hijo que ama al Santo Padre, tuvo noticia de que hubo quien se sonrió al enterarse de que había pasado su primera noche, en la capital de la Cristiandad, rezando por el Papa y mirando a sus habitaciones Le ha dolido que se juzgue con esa ligereza lo que es profesión de fe, y desde entonces su cariño a la Cabeza visible de la Iglesia se ha hecho más teológico. Es lo que expresa a su manera cuando reza un Credo ante la basílica de San Pedro -lo hace siempre que visita el Vaticano-. Al llegar a las palabras "Creo en el Espíritu Santo... y en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica...", repite por tres veces:
"Creo en mi Madre, la Iglesia romana, añadiendo, a veces, a pesar de los pesares".
-¿Qué entiende usted por ese "a pesar de los pesares"?, le había preguntado un día Mons. Tardini, a quien le había contado esto.
-Sus errores personales y los míos, le había respondido Mons. Escrivá, acompañando su santa desvergüenza de una sonrisa que le había dejado desarmado.
Con este espíritu de fidelidad a la Iglesia, reza y hace rezar a sus hijos, ahora, por "la gran intención" de Juan XXIII: el Concilio Ecuménico que acaba de convocar el Santo Padre.
FRANÇOIS GONDRAND