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1955. El Padre en Viena
En Roma tenía a un grupo de hijos suyos estudiando alemán, con intención de ir a Austria. Pocos días antes de salir de Roma, en este viaje que por primera vez le llevó a Viena, el Padre había escrito a los de Alemania, con fecha 15 de abril de 1955: Si las cosas de Austria se arreglan, yéndose los rusos, será cosa de ir pensando en Viena... Era asunto divulgado que, de un día a otro, se firmaría el tratado sobre el Estado austríaco y se retirarían las tropas de ocupación. De otro modo el Fundador no hubiera ido a Viena con intención de comenzar la labor en esa ciudad ocupada. Sus hijos no tenían vocación de mártires, aunque no temían el martirio; por eso no les enviaba a los países asolados por el comunismo, allí donde no existía un mínimo de libertad. Eso sería tentar a Dios. Yo no mando a mis hijos temerariamente, afirmaba. A donde no os enviarían vuestras madres, yo, que os quiero como vuestra madre, no os puedo mandar.
En los tres días que pasó en Viena saludó al Nuncio, Mons. Dellepiane y charló detenidamente con el Obispo auxiliar, Mons. Franz Jachym sobre el comienzo de las actividades apostólicas de la Obra en Austria. El 12 de mayo estaban de regreso en Roma.
Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei (vol. III). Rialp, Madrid, 2003.