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El verano en Sant'Ambrogio Olona discurre apacible. Escrivá comenta alguna que otra vez:
- ¿Estará ya en su casa de Sesto Calende el cardenal Ángelo Dell'Acqua? Es extraño que a estas alturas de agosto, no haya dado señales de vida...
Un día vienen, desde Milán, dos mujeres del Opus Dei: Maribel Laporte y María Grazia. Pasarán allí unas horas y regresarán por la tarde. Aprovechando el viaje, traen "correo" que el Consiliario de Italia envía al Padre. Como es usual, va en un sobre cerrado que debe de contener algún informe o alguna consulta que afecta al gobierno de la Obra. Escrivá toma el envío. Charla un ratito con las recién llegadas. Después, sube a su cuarto, que es donde trabaja. Una vez allí abre el sobre. Después de comer, vuelve a estar con Maribel y con María Grazia. En la mano trae otro sobre similar al anterior, y también cerrado.
- Hijas mías: no deberíais haber traído este "correo" (hace un gesto leve, rápido, señalando el sobre que sostiene en la mano, como dando a entender que el "correo" que le entregaron esa misma mañana está ahí dentro). Cuando lleguéis a Milán, se lo decís con muchísimo cariño al Consiliario: Que el Consejo General está en Roma, no en Sant'Ambrogio Olona, y es allí a donde debe enviarlo. Porque el Padre, aunque sea el fundador y el presidente general, forma parte de ese Consejo...Yo no gobierno solo. Yo soy un voto. Y este asunto que aquí me plantea tienen que verlo y estudiarlo y decidirlo más personas...¿Se lo diréis así, con mucho respeto y con mucho cariño?
Al finalizar agosto dejan la casa de Sant'Ambrogio Olona. Antes de partir, recolocan todo tal como estaba al llegar. Despojada del forro de papel de embalar, la mesa de Escrivá vuelve a ser lo que era: el tablero de ping-pong. Regresan a la canícula romana.
Algunos días después, llega a Villa Tevere una tarjeta postal remitida desde Sant'Ambrogio. Es de monseñor Dell'Acqua. Explica que, por motivos de trabajo, ha retrasado mucho sus vacaciones. Pero que, nada más llegar ha ido a visitarles, deseando poder tener una conversación larga y sosegada con su amigo Josemaría. Después, añade bromeando que monseñor Escrivá se ha convertido en un ucel di bosco, un pájaro del bosque dificilísimo de localizar.
Para el verano de 1969, alquilan una pequeña casa en el campo, también al norte de Italia, cerca de Milán en Premeno, un pueblecito de la localidad de Intra, a menos de un kilómetro del lago Maggiore.
Pilar Urbano. El hombre de Villa Tevere. Plaza y Janés, Barcelona, 1995, 7ª ed.