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7 mayo 2025

San Josemaría hoy: San Josemaría llega a Viena por pimera vez en 1955 para hacer la prehistoria de la Obra

San Josemaría llega a Viena por pimera vez en 1955 para hacer la prehistoria de la Obra
NP llega a Viena por pimera vez, para hacer la prehistoria. Contaba nP: "La primera vez que fui a Viena, la ciudad estaba dividida en sectores ocupados por las tropas aliadas; lo notamos enseguida. Nuestro propósito era alojarnos en un hotel medianejo -el dinero no llegaba para más-, en el sector americano. Fuimos a uno que había mirando la estación de Praga. Era muy malito. Allí únicamente íbamos para dormir -sólo daban habitación y desayuno-, y andábamos de allá para acá". Por las calles de Viena, en este primer viaje, sucedieron muchas pequeñas anécdotas, y a nP le gustaba recordar una que les causó mucha gracia: "Un día nos despistamos: después de dar no sé cuántas vueltas por el Ring (una calle circular, construida sobre el trazado de las antiguas murallas), se nos hizo noche y no sabíamos volver al hotel. Entonces le dije a Alvaro: pregunta a alguien. Nos bastaba saber dónde se encontraba la catedral, porque desde allí no había más que seguir en línea recta. Encontramos un hombre que estaba..., en fin..., que había empinado el codo... Don Alvaro -que se defendía bastante bien en alemán- comenzó a hablar con él, y yo le comentaba por lo bajo: pero..., Alvaro..., ¿no ves que está borracho? ¡No le hagas caso! Entonces noté que aquel hombre me señalaba con el dedo y decía algo, enfadado. Pregunté a Alvaro: ¿qué dice? -Pues que los vieneses son muy católicos y muy amables, y que él es católico romano; pero que sólo si usted se calla nos acompañará, gratis, hasta la calle que buscamos". Comentaba nP que "Viena es la única capital donde he visto un monumento a la Trinidad Beatísima". Lo descubrió don Alvaro en una de sus andanzas. En la base de la columna, nF leyó una inscripción dirigida a las tres divinas Personas, y decidió poner la misma leyenda en el retablo del Oratorio del Padre en Villa Tevere, que está dedicado a la Santísima Trinidad: "En el oratorio donde celebro Misa habitualmente hay un rótulo que dice: Deo Patri Creatori, Deo Filio Redemptori, Deo Spiritui Sancto Sanctificatori. Lo vi en Viena, en una plaza, y me quedé contemplando a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo". NP y don Alvaro regresaron a Roma el día 12 de mayo.
ANÓNIMO, Algunas fechas de la vida de san Josemaría

1975. La “teología” del burro
La última vez que va a Torreciudad, en mayo de 1975, no inaugurado todavía el santuario, se queda un momento fascinado ante el espléndido retablo y, después de contemplar una a una todas las figuras y escenas allí representadas, sonríe al descubrir, abajo del todo, el pequeño relieve de un burro, que suele pasar inadvertido. Se acerca ligero y lo besa, diciéndole: "¡Hola, hermano!".
También, en el cuarto de trabajo, en Roma, tiene una talla tosca y popular de San Antón, patrón de los animales domésticos, al que entre bromas y veras celebra cada año el día de su fiesta, como si fuera la de su propio patrono.
Ya al final de su vida, durante una breve estancia en Madrid, está con tres o cuatro hijos suyos que le cuentan cosas diversas. Uno de ellos, Francisco García Labrado, sentado muy cerca de él, oye con claridad cómo Escrivá musita varias veces en voz muy baja las palabras del Salmo 72: ut iumentum factus sum apud te!
Esa es su meditación profunda. Ahí están los dos extremos del arco: ut iumentum...apud te; "como un burro", pero "ante Ti". Es el engarce del barro y la gracia. La pértiga audaz para saltar, desde un sincero "complejo de inferioridad" hasta "el endiosamiento bueno".

Pilar Urbano. El hombre de Villa Tevere. Plaza y Janés, Barcelona, 1995, 7ª ed.