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San Josemaría reza por primera vez en la Capelinha de Fátima. El santuario estaba aún en construcción. Había ido a saludar a Mons. López Ortiz, entonces obispo de Tuy, que era muy amigo suyo. Cuando el obispo le propuso conocer a Sor Lucia, al vidente de Fátima, que por entonces residía en esa ciudad, el Padre respondió: "¡Me daría mucha alegría!". Ese encuentro influyó en el curso de la expansión de la Obra. San Josemaría había proyectado empezar la labor en Francia, pero entendió, ante el ruego de Sor Lucia, que el Opus Dei debía ir primero a Portugal. Fue ella misma la que resolvió la dificultad del paso de frontera. El Padre lo recordó en alguna ocasión: "Estaba yo en una ciudad gallega, y vino a verme Sor Lucia, una de las videntes de Fátima. La traté con sequedad, porque sabía que era una persona santa, y no sólo no se enfadó, sino que volvió para decirme que el Opus Dei tenía que ir a Portugal. Le contesté que no teníamos pasaporte, pero ella respondió: eso lo arreglo yo enseguida. Llamó por teléfono a Lisboa y nos consiguió un documento para pasar la frontera. No hablamos para nada de las apariciones de la Virgen; nunca lo he hecho. Siempre que la veo, le recuerdo que tiene una buena parte en el comienzo de la Obra en Portugal". En ese primer encuentro con Sor Lucia, nuestro Padre, sin más preámbulos le dijo: "Hermana Lucia, si usted, que recibió tantas gracias de Dios, y yo, que también recibo tantas gracias de Dios, nos somos fieles, ¡la hacemos buena! ¡Podemos no ir al Cielo!". Y Sor Lucia contestó: "También yo he pensado en eso muchas veces". San Josemaría regresó a Fátima dos veces más en este mismo año: en junio y en septiembre. El 5 de febrero de 1946 llegaron los primeros de Casa a Coimbra para quedarse a vivir. En esta ciudad se puso el primer Sagrario.
Anónimo. Algunas fechas de la vida de san Josemaría. Inédito.