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1947. Penurias y enfermedades en Roma
El 6 de enero amaneció Roma cubierta de nieve. Para calentar el piso tenían un brasero. En el diario de la casa, con fecha 7 de enero, se dice: «Don Álvaro ha estado hoy algo molesto del hígado y con dolor de cabeza». Y líneas abajo: «Poco después de las cinco salimos para comprar unas medicinas para el Padre, y enterarnos del precio de las estufas eléctricas, pues el brasero no da calor suficiente». Al otro día, 8 de enero, acompañado de dos de sus hijos, se echó el Padre a la calle dispuesto a «comprar un horno para la cocina, la estufa y la máquina de coser para la Administración», escribe el cronista. A partir de esa fecha, en los restantes días del mes, don Álvaro pasó muchas noches sin dormir, con un persistente dolor de muelas, que le obligó a ir siete veces al dentista. Con todo, se las arreglaba para hacer vida normal y no quejarse; y, como decía el Padre, cuando se queja es porque lo pasa muy mal.
Tampoco se quejaba don Josemaría, aunque su estado físico, sin llegar al agotamiento, era de perpetuo cansancio. Esto se debía, mayormente, a que se entregaba en cuerpo y alma al trabajo, con pasión y sin reservas. Cuando venía de la calle y no podía coger el ascensor porque habían cortado la corriente, en aquella época de restricciones, subía los cinco pisos jadeando, y llegaba a casa deshecho. Aquí y allá aparecen anotaciones en el diario sobre las dolencias y achaques del Padre, que le obligaban a veces a acostarse temprano y sin cenar, o a pasarse todo un día en su cuarto, encerrado y trabajando.
Fue el Cardenal Lavitrano, Prefecto de la Congregación de Religiosos, que padecía también de diabetes, quien aconsejó al Fundador que visitase al profesor Carlo Faelli. Al hacer su historia clínica, el Dr. Faelli le preguntó si había tenido disgustos; y don Álvaro, que le acompañaba, oyó con estupor «que contestaba muy decidido que no, que no había tenido disgustos» |# 172|. El médico, sin insistir, anotó: «es hombre que ha sufrido mucho, aunque afirme que no ha tenido disgustos».
Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei (vol. III). Rialp, Madrid, 2003