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25 de mayo de 1943
Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei
En Roma llevaban ya seis meses de estancia dos miembros de la Obra: José Orlandis y Salvador Canals. Habían ido a Italia por razones profesionales, a ampliar estudios. En ese tiempo habían trabado amistad con todo tipo de profesores y también, por recomendación del Padre, con eminentes personalidades eclesiásticas, para irles dando a conocer el Opus Dei. Al entrar el mes de mayo de 1943, el Fundador había elaborado y cimentado jurídicamente la no fácil solución del problema planteado por los sacerdotes y su incardinación. Dos semanas antes de enviar a Álvaro del Portillo a Italia, les escribía:
Jesús bendiga a mis hijos de Roma y me los guarde.
Queridísimos: Ahí va vuestro hermano Álvaro, que os contará despacio muchas cosas. No imagináis la envidia que os tengo: hay en mi corazón hambres de hacer mi romería, para ver a Pedro. Cada vez que me detengo a pensar, me siento, por gracia de Dios, con más amor al Papa, si cabe. Sedme muy romanos. No olvidéis que, en la fisonomía de nuestra familia, el rasgo principal, el aire de familia es el cariño y adhesión —¡servicio!— a la Santa Iglesia, al Santo Padre y a los Obispos —Jerarquía Ordinaria— en comunión con la Santa Sede.
Y, para esto, vida interior: oración, sacrificio, alegría, trabajo. Y, sobre todo, un amor filial a nuestra Madre Santa María.
De acuerdo con el Sr. Obispo de Madrid, luego de preparar los documentos pertinentes, se fijó la fecha de partida. El Padre y Pedro Casciaro acompañaron a Álvaro hasta Barcelona; y desde allí el Secretario General continuó viaje a Roma el 25 de mayo. El aparato de "Ala Littoria" en que volaba no tuvo más incidente que verse dentro de una zona de combate, entre aviones ingleses y barcos de guerra italianos, en aguas del Tirreno. Con mucha pericia sortearon la refriega y aterrizaron en Roma.
Venía Álvaro del Portillo provisto de una carta de presentación del Sr. Obispo de Madrid.