-
20 de noviembre de 1957
Pilar Urbano, El hombre de Villa Tevere
Laureano López Rodó, miembro del Opus Dei, empieza a descollar en la política del régimen franquista. Llegará a ser ministro del Plan de Desarrollo y ministro de Asuntos Exteriores. El 20 de noviembre de 1957 tiene un encuentro en Lourdes con Monseñor Escrivá. En su agenda de bolsillo anota ese mismo día:
"El Padre me dijo una serie de cosas que me venían al pelo:
- Tienes absoluta libertad política: ¡que no es broma!
- Que sirvas con lealtad a la Patria.
- Que procures unir, acercar, operar siempre con el signo más (traza una cruz), que es el signo de la caridad.
- Que obres con serenidad.
- Que, cuando dejes el cargo, tengas alegría. Que te importe un pito. Mejor dicho: ¡medio pito!
- Si el trabajo te impide cumplir las Normas de piedad, piensa que ese trabajo ya no es Opus Dei: es "opus diaboli".
- Que tengas siempre afán de santidad".
Cuatro años más tarde, el 27 de noviembre de 1961, López Rodó vuelve a estar a solas con Escrivá. Le visita en Roma. El Padre le insiste en los mismos temas: la caridad y la libertad. Le hace ver que "servir a la Patria por amor a Dios, es más excelente que servir a un hombre; ninguna persona merece esa servidumbre: sólo Dios". Le subraya: "En la Obra somos libérrimos: los directores ¡nunca! te darán una consigna o una sugerencia. Nosotros, como los demás católicos, seguiremos las indicaciones que pueda dar la Iglesia a través de la Jerarquía. Admitimos todas las opiniones que la Iglesia admite y todos los partidos... menos los totalitarios".