-
22 de enero de 1938
Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei
El 22 de enero dejó Salamanca. Llegó a Ávila con tiempo para decir misa: Celebro por D. Pedro (¡cómo se reirá desde el cielo! Este bobo, ¡haciéndome sufragios!, dirá), en las Teresianas. ¡Gran acogida!
Cordialísima y larga charla con el Obispo de Ávila, don Santos Moro, a quien explica la Obra (Lo entiende todo, anota en sus Apuntes). Por la tarde, vuelta a Salamanca. Su gran sorpresa fue que, al siguiente día, cuando preparaba el plan de retiro que iba a dar a las Teresianas, se presentó allí Ricardo, que venía del frente; por lo que retrasó inmediatamente el programa, en vista de que el permiso que traía era tan sólo de dos días. (Todo el día con Ricardo, pensando en todos, resume en una catalina).
Paulatina e imperceptiblemente, conforme señala don Josemaría los jalones de ese agotador itinerario, va dejando un rastro inquietante de síntomas, que empiezan con desganas y leves cansancios, para acabar en notas alarmantes. Siguen unos extractos de sus Apuntes:
Día 25 de enero. Doy un retiro a las Teresianas, con poca gana pero con muy buena voluntad.
Burgos, 28 de enero: Vida ordinaria. Acatarrado.
Vitoria, domingo, 30: Muchas ganas de soledad. Y verme a mí mismo como una pelota, que va, impulsada por mi Padre-Dios, de pared a pared, tan pronto golpeado con el pie como recibiendo una caricia de sus manos...
Bilbao, 1 de febrero: Hoy hemos danzado mucho [...]. Estoy completamente afónico. No puedo hablar. Me vuelvo mañana a Burgos, a curarme. Me encuentro flojo. He engordado algo, y estoy peor que cuando vine. Me mareo, en cuanto comienza a moverse el auto en que voy. Estoy hecho una ruina: pero no lo contaré a nadie.
Burgos, 2 de febrero: Llego a Santa Clara 51, y no me muevo de casa. Gargarismos, compresas, pañuelo al cuello, etc. ¡Contento de mi estancia en Bilbao! Espero que dará fruto.
Día 3 de febrero: Me levanto tarde [...]. No puedo decir Misa.
4 de febrero: Mala noche. Tos y pastillas. Y tampoco puedo decir la Santa Misa.