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5 de marzo de 1957
Pedro Rodríguez<=b>, Camino. Edición crítica
569* Sé que te doy una alegría copiándote esta oración a los Santos Ángeles Custodios de nuestros Sagrarios:
Oh Espíritus Angélicos que custodiáis nuestros Tabernáculos, donde reposa la prenda adorable de la Sagrada Eucaristía, defendedla de las profanaciones y conservadla a nuestro amor.
Texto escrito sobre una octavilla Bl. Según el tenor literal del punto, el Autor está copiando para los lectores un texto que encuentra ya compuesto en alguna parte. No he encontrado entre sus materiales de predicación o de estudio la procedencia de esta invocación a los Ángeles, ni la he conseguido saber por otras fuentes.
Me parece que, a pesar de lo explícito de su afirmación, no se debe descartar la posibilidad de que sea una oración que compuso el propio Autor. Dos cosas singulares me llevan a pensar así: que no la escriba entrecomillada, como cuando hace una cita, y así lo acabamos de ver en el punto anterior. Y otra, que -mientras redactaba la «gaitica»- se sintió libre para modificar el texto de la invocación (vid apcrít): después de copiada, no le gustó lo de «el Divino Amor» y puso en su lugar «la Sagrada Eucaristía». También la referencia a «nuestros» Tabernáculos abona que fuera el mismo Autor quien compuso esa breve invocación a los Ángeles.
En todo caso, Mons. Escrivá de Balaguer, mantenía viva en su memoria esta invocación, pasados los años. La hizo inscribir en el interior del Tabernáculo del oratorio del Santo Cristo, en la sede de la Curia Prelaticia del Opus Dei en Roma, cuyo altar fue consagrado el 5 de marzo de 1953.