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31 diciembre 2023

Consagra el oratorio de la Virgen de Guadalupe en Cavabianca

Inédito, Algunas fechas de la vida de san Josemaría

San Josemaría hace la consagración del altar del oratorio de la Virgen de Guadalupe que está en Cavabianca. En el acta que se colocó en el altar, hecha por nuestro Padre, está escrito: "Dum ita peragebam... recordaba la visita que hice a su Santuario en México, donde oré por un largo espacio de tiempo que me pareció un instante, y pedía por la paz del mundo, por la santidad de la Iglesia y de los socios del Opus Dei, rogándole que fuese: Stella, quae iter nostrum semper illuminet; Robor et Fortitudo, quae ad proelium amoris et pacis nos excitet; Turris in media civitate posita, quae nos defendat atque protegat; Regina nostra, quae filiorum corda integra recipiat eaque Deo tradat et offerat; Mater nostra, quae amare nos doceat Iesum Christum et cum Ipso, Deo Patri et Deo Spiritu Sancto, qui amor continuum neque umquam in nobis desiderium accedat, opere et veritate, ad hunc ipsum amoren animas trahendi".

Cuando don Álvaro estuvo en México en 1983, durante la Novena que hizo a la Villa, tuvo oportunidad de saludar y conocer a muchas personas. Una de ellas fue un señor que trabaja en la Villa y que quedó muy impresionado del cariño de don Álvaro hacia las personas y de su devoción a la Virgen. Uno de los últimos días que don Álvaro estuvo en la Villa, este señor se acercó a uno de los que acompañaban a don Álvaro y le dijo que quería regalarle algo al Padre, y le entregó un pedazo de paño diciéndole que, hace muchos años, cuando se iba a poner definitivamente la imagen de la Virgen entre los dos vidrios que la protegen, él estaba presente en la operación y, antes de que pusieran la imagen en los vidrios, a él le pareció que la cara de la Virgen y las manos estaban un poco llenas de polvo, por lo que decidió limpiarlas delicadamente con un paño. Ese paño lo conservaba como una reliquia que había tocado la cara y las manos de la Virgen y, al ver el cariño del Padre, había decidido darle un pequeño pedazo. Cuando el Padre recibió el regalo, le dio mucha alegría y se lo llevó a Roma. Un pedazo del trozo que le dieron está colocado en el marco de la imagen de la Virgen de Guadalupe en este oratorio.