-
Presbítero y Fundador
Fuente: Catholic.net
Martirologio Romano: Memoria de san Juan Bosco, presbítero, el cual, después de una niñez áspera,
fue ordenado sacerdote y en la ciudad de Turín, en Italia, se dedicó con todas sus fuerzas a la formación de
adolescentes. Fundó la Sociedad Salesiana y, con la ayuda de santa María Dominica Mazzarello, el Instituto
de las Hijas de María Auxiliadora, para enseñar oficios a la juventud e instruirles en la vida cristiana. Lleno
de virtudes y méritos, voló al cielo en este día en la ciudad de Turín, en Italia (1888).
Fecha de canonización: 1 de abril de 1934 por el Papa Pío XI.
San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, y recibió de su madre Margarita
Occhiena una sólida educación cristiana y humana. Dotado de inteligencia, memoria, voluntad y agilidad
física no comunes, desde niño fue seguido por sus coetáneos, a quienes organizaba juegos que interrumpía al
toque de las campanas para llevarlos a la iglesia. Fue ordenado sacerdote en Turín en 1841, y allí comenzó
su actividad pastoral con San José Cafasso.
Su programa, o mejor, su pasión era la educación de los jóvenes, los más pobres y abandonados. Reunió
un grupito que llevaba a jugar, a rezar y a menudo a comer con él. La incómoda y rumorosa compañía de
Don Bosco (así se lo llamaba y se lo llama familiarmente) tenía que estar cambiando de lugar continuamente
hasta que por fin encontró un lugar fijo bajo el cobertizo Pinardi, que fue la primera célula del Oratorio. Con
la ayuda de mamá Margarita, sin medios materiales y entre la persistente hostilidad de muchos, Don Bosco
dio vida al Oratorio de San Francisco de Sales: era el lugar de encuentro dominical de los jóvenes que
quisieran pasar un día de sana alegría, una pensión con escuelas de arte y oficios para los jóvenes
trabajadores, y escuelas regulares para los estudios humanísticos, según una pedagogía que sería conocida en
todo el mundo como “método preventivo” y basada en la religión, la razón y el amor. “La práctica del
método preventivo se base toda en las palabras de San Pablo que dice: La caridad es benigna y paciente;
sufre todo, pero espera todo y aguanta todo”.
Para asegurar la continuidad de su obra, San Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales
(los Salesianos) y Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas). Fue un fecundísimo escritor popular, fundó
escuelas tipográficas, revistas y editoriales para el incremento de la prensa católica, la “buena prensa”.
Aunque ajeno a las luchas políticas, prestó su servicio como intermediario entre la Santa Sede, el gobierno
italiano y la casa Saboya.
Fue un santo risueño y amable, se sentía “sacerdote en la casa del pobre; sacerdote en el palacio del Rey y
de los Ministros”. Buen polemista contra la secta de los Valdeses, según la mentalidad del tiempo, nunca se
avergonzó de sus amistades con los protestantes y los hebreos de buena voluntad: “Condenamos los errores,
escribió en el “Católico”, pero respetamos siempre a las personas”. San Juan Bosco murió el 31 de enero de
1888 y fue canonizado por Pío XI en 1934.