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11 febrero 2024

San Pascual I, XCVIII Papa

Martirologio Romano: En Roma, memoria de san Pascual I, papa, que, llevado por la devoción,
trasladó muchos cuerpos de mártires desde las catacumbas a distintas iglesias de la ciudad (824).


Etimología Pascual, nombre masculino cristiano-romano "Paschalis", de origen griego, evoca la
celebración religiosa de la Pascua.

Perteneciente a una familia noble, en el momento de su elección como papa ocupaba el cargo de superior
del monasterio de San Esteban en Roma y, tras su consagración recibió como presente del hijo de
Carlomagno, Ludovico Pío (también llamado Luís el Piadoso), los territorios de Córcega y Cerdeña y la
confirmación, mediante el Pactum Ludovicianum, de las donaciones hechas al papado en las décadas
precedentes por Pipino el Breve y Carlomagno: Roma, Tuscia, Perúgia, Campania, Tívoli, Exarcado de
Rávena, Pentápolis y Sabina), estableciéndose los límites del Estado de la Iglesia, dentro de los cuales el
pontífice gozaba de plena soberanía.

Durante su pontificado tuvo que hacer frente a la segunda crisis iconoclasta que desde 814 vuelve a
aparecer en Constantinopla, bajo el mandato del emperador bizantino León V, y que debido a las
persecuciones sufridas provocó una importante afluencia de monjes griegos a Roma, y que encontraron
refugio en los monasterios, recién construidos, de San Práxedes, Santa Cecilia y Santos Sergio y Baco.

En 823, coronó al hijo de Ludovico, Lotario, como emperador corregente con su padre. Durante su
pontificado, realizó el traslado de muchas reliquias de mártires a las iglesias y monasterios romanos y prestó
ayuda a los cristianos de Palestina y España en sus luchas contra los sarracenos.

Falleció en Roma, el 11 de febrero de 824, mientras comisionados imperiales enviados por Ludovico Pío
investigaban la muerte de dos funcionarios papales que, partidarios de primacía del emperador sobre el papa
en asuntos terrenales, habían sido asesinados por sirvientes del pontífice.

Pascual, que había sido acusado de haber sido el instigador de dichas muertes negó, bajo juramento
cualquier implicación pero quizás debido a esto el pueblo romano se negó a que fuera enterrado en la
Basílica de San Pedro por lo que sus restos descansan en la iglesia de San Práxedes.