Página inicio

-

Agenda

3 mayo 2025

Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?

Juan 14, 6-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

***

Mesa para dos, mesa para tres
En tu oración tratas al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Te diriges a cualquiera de los tres, como si estuvierais los cuatro sentados a una mesa.
Es maravilloso que reces así. Pero, por si te ayuda, te diré que no es una mesa para cuatro, sino para dos; un encuentro íntimo.
Frente a ti, cuando oras, tienes a Jesús. Él, siendo Dios, es hombre como tú. Entiende tu lenguaje y lo habla. Su corazón es humano, como el tuyo, capaz de amarte y ser amado por ti. El diálogo perfecto.
Y, en ese diálogo, tu alma en gracia alcanza tal intimidad de amor con el Señor que resultáis ser uno solo, Él en ti y tú en Él. Comienza, entonces, la aventura.
Quien me ha visto a mí ha visto al Padre… Lo que pidáis al Padre en mi nombre yo lo haré.
En tu oración has sido transportado a una mesa para tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Y tú estás sentado en la silla del Hijo, porque sois uno. Él llama a su Padre Abbá desde dentro de ti, y lo hace por su Espíritu, que mora en ti.
¿Puede existir una intimidad mayor?