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11 diciembre 2025

No ha nacido uno más grande que Juan, el Bautista

Mateo 11, 11-15

En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos padece violencia, y los esforzados lo conquistan. Porque todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis comprenderlo, él es Elías, el que iba a venir. El que tenga oídos que oiga.

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Comentario al Evangelio del jueves de la 2.ª semana de Adviento. “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos padece violencia”. El seguir a Jesús, ser su discípulo y vivir conforme a sus enseñanzas nos implica esfuerzo. Esta lucha, esa cruz, lejos de entristecernos, nos llenarán de paz y de alegría.
Las palabras de Jesús que la Iglesia nos propone en el evangelio de hoy nos hablan de Juan el Bautista, de quien el Señor afirma que es un profeta y más que un profeta, porque “no ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que él”.

Es un gran elogio a Juan, es mayor que los grandes profetas y reyes de Israel porque “todos los Profetas y la ley profetizaron hasta Juan”.

Este Reino desde Juan “padece violencia”; el mismo Bautista está encarcelado por haber dado testimonio de la verdad. Y esa realidad se mantiene hasta el día de hoy. El seguir a Jesús, el pisar en donde él pisó, el ser discípulo de Cristo y vivir conforme a sus enseñanzas nos implica esfuerzo.

El mismo Señor cuando nos invita a seguirlo nos avisa que “si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga”. Como nos recuerda san Josemaría “esa fuerza no se manifiesta en la violencia contra los demás: es fortaleza para combatir las propias debilidades y miserias, valentía para no enmascarar las infidelidades personales, audacia para confesar la fe también cuando el ambiente es contrario”. Esta lucha y este esfuerzo, lejos de entristecernos, nos llenarán de paz y de alegría porque nos facilitarán estar más cerca de Dios.