Página inicio

-

Agenda

7 junio 2025

Éste es el discípulo que ha escrito todo esto, y su testimonio es verdadero

Juan 21, 20-25

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».
Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, ¿y éste qué?». Jesús le contesta:
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?». Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.

***

El niño que se entretenía con todo
Nunca podremos agradecer lo suficiente a los evangelistas el que nos hayan dejado conocer, con tanta sencillez, los defectos de los apóstoles. Hubiera sido fácil ocultarlos bajo una capa de pudor, pero era necesario que supiésemos que aquellos hombres eran como nosotros, para que no dudásemos que, con ayuda de la misma gracia, podremos nosotros llegar a ser como ellos.
Pedro dice a Jesús: «Señor, y este, ¿qué?» Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme». Mirad al primer papa: es como un niño que camina junto a su padre y se va deteniendo en todos los escaparates de las tiendas. El padre tiene que cogerlo una y otra vez de la mano y decirle: «Deja eso y ven conmigo».
¿Acaso no somos nosotros así? Vamos caminando por la vida junto al Señor, y nos detenemos en cada escaparate. ¿Y éste por qué hace eso? ¿Y esto por qué sucede? Mira este perrito, voy a acariciarlo. ¿Te has fijado en ese pájaro? Espera, mira esa nube, qué forma tiene… Nos vamos enganchando en todo. Jesús nos tira de la manga, una y otra vez. ¿A ti qué? Tú sígueme…
¡Bendito Simón!