Página inicio

-

Agenda

30 mayo 2025

Nadie os quitará vuestra alegría

Juan 16, 20-23a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo, vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

***

Cara a cara
Cuando alguien te dice «voy a verte», no quiere decir que vaya a acercarse a tu casa, llamar a la puerta, esperar a que le abras, y marcharse después, diciendo: «Ya te he visto. Me voy». «Voy a verte» significa muchas cosas: entre otras, que quien te lo dice se alegra al ver tu rostro, y que pretende pasar un rato contigo para hablar cara a cara.
Volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Tras su Ascensión, el rostro del Señor se ocultó. Pero Él vuelve, en Pentecostés, por su Espíritu, porque Jesús no sabe, ni quiere, estar sin nosotros. Entra hasta el fondo del alma, se aposenta allí, y nos ve. Ve hasta lo más profundo de nosotros, nos sondea y nos conoce, nos mira complacido y se deleita en los tesoros que Él mismo ha dejado en nuestra alma.
También nosotros lo vemos. Surgen, en el alma, dos frutos del Espíritu: la fe y la alegría. Por la fe, lo vemos, y, al verlo, nos alegramos con un gozo sobrenatural que nadie nos puede arrebatar. Y así, por esa presencia del Paráclito en nosotros, vivimos, Cristo y yo, cara a cara.