Página inicio

-

Agenda

8 abril 2025

Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy

Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros». Y los judíos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?». Y él les dijo:
«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo soy», moriréis por vuestros pecados». Ellos le decían:
«¿Quién eres tú?» Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy», y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

***

Si no creéis que «Yo soy»
Las palabras del Señor, como anticipo de la Última Cena, son una despedida en toda regla: Yo me voy.
Lo que sigue es aún más triste: Me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Jesús se va, está a punto de atravesar el umbral de una puerta que tiene forma de cruz. Muchos lo buscarán, y tratarán de seguir sus pasos; pero, al acercarse al Gólgota, sólo verán muerte, y el miedo los echará atrás. «No quiero tener nada que ver con ése que ha fracasado, que está cubierto de sangre, que está humillado y vestido con esputos; que está desnudo y crucificado entre ladrones», dirán. Y, al alejarse de Él, ellos mismos se irán sepultando en la muerte, porque no hay Vida fuera de Cristo.
Si no creéis que «Yo soy», moriréis en vuestros pecados. Quien mira con fe al Crucifijo ve allí a un Dios entregado que rompe la muerte y nos abre las puertas del Cielo. Ve todo el Amor y el perdón manando del costado. Y no quisiera estar en otro lugar.
Que no te engañen las apariencias. Mira a la Cruz con fe. Que lo parece muerte es vida, y lo que parece vida es muerte.