-
Lucas 6, 39-45
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano. Pues no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la boca».
***
La maldición del hoyo
Hay algo peor que tener razón; y es reclamar que todo el mundo te la dé. Además, si estás seguro de tener razón, ¿por qué te empeñas en que te la den?; ¿no la tienes ya?
Sé de alguien que estaba tan seguro de tener razón que no concebía, en determinados asuntos, una opinión distinta a la suya. Y, pasados diez años, cuando le recordaron aquellas posturas tan drásticas, tuvo que reconocer, llevándose las manos a la cabeza, que estaba terriblemente equivocado.
¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
¡Estamos tan ciegos! Por eso, la única postura sabia es la de dejarse guiar por Dios, y por la Iglesia, que es el candil donde la luz de Dios reposa. Las verdades eternas son las únicas que podemos defender, incluso con nuestras vidas –como han hecho los mártires–, sin temor de estar equivocados. En cuanto a lo demás… mejor ser humildes.
Pero, si te gusta guiar a otros, al menos déjate guiar tú primero. ¿Tienes director espiritual? ¿Eres sincero con él? ¿Le obedeces? Cuando quien guía a otros se deja guiar por la Iglesia, es más fácil conjurar la maldición del hoyo.