Página inicio

-

Agenda

11 marzo 2025

Vosotros rezad así

Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:
“Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos han ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

***

Palabras como gotas de lluvia
«Un padrenuestro por las intenciones del Papa. Otro por los enfermos. Otro por los pecadores. Otro padrenuestro…» Bien, muy bien. Y no te olvides de otro padrenuestro por mí, por favor; falta me hace. Pero espero que, además de disparar padrenuestros al cielo como flechas, te estés también dejando herir por ellos al paso por tus labios. El Padrenuestro es mucho más que una herramienta para obtener ayuda de lo alto.
Vosotros orad así: «Padre nuestro que estás en el cielo»… El Padrenuestro son palabras de Jesús posadas en tus labios, como la lluvia del cielo se posa en la tierra. Y, antes de devolvérselas a Dios, deberías dejar que calaran, como el agua, y llegaran a empapar el corazón. Allí desplegarán toda su fuerza, y te fecundarán con los sentimientos de Cristo. Y entonces, cuando se las envíes de vuelta a Dios, se cumplirá lo escrito:
Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo (Is 55, 10-11).